Minuto de silencioHay cosas que pueden declararse indubitables. Que el Valencia es un equipo flojo defensivamente y huérfano de estilo es una de ellas.
Todo lo contrario que el Racing. Marcelino ha conseguido, de nuevo, construir un equipo increiblemente fuerte, compacto y con estilo. Es el equipo con menos goles encajados (9) seguido por el Barcelona y uno de los que más rentabilidad les saca, ya que tiene 23 puntos habiendo marcado solo 11 goles. Para hacerse una idea de lo que esto significa, solo el Murcia y el Recreativo de Huelva han marcado menos goles y ambos están con bastantes menos puntos que el Racing actualmente.
Tula, animando los descansos
El
Racing está hecho de maquinaria suiza perfectamente sincronizada con los deseos de su entrenador. Una maravilla táctica que toma como punto de partida a equipos como el Valencia de
Benitez o el
Chelsea de
Mourinho e intenta añadirles conceptos que quizás recuerden más a la Holanda de los tiempos gloriosos que a cualquier otra cosa. Indudablemente las carencias cualitativas, fruto de estar en un equipo de media tabla como es el
Racing, están ahí pero los conceptos son
purita esencia de
fútbol ganador.
Bailando pogo, a falta de algo mejor que hacer
En cuanto al Valencia decir que el
Racing haya tenido dos uno contra uno contra Cañizares pone de manifiesto su escasa capacidad defensiva y lo horrible de sus centrales. Es mejor no olvidar que la jugada anterior al gol es un mano a mano de
Smolarek que despeja el portero
valencianista con el pie. Por lo que puede ser cierto que Cañizares se la traga co mo un campeón pero no es ni mucho menos el primer balón que tiene que parar.
Si quieren más reflexiones mejor le preguntan al
experto.
Retornando, después de la euforiaHay una cosa que me llama poderosamente la atención cada vez que juega Cañizares un partido a domicilio, de repente todos los aficionados corean aquello de "Hijo de puta" y eso otro de "Eso no es un portero, es una puta de
carabet". Sabrá
Valdano el porqué.
Cañizares, volando, se la sopla